¿Fin de la comida chatarra con ayuda pública? EE.UU. redefine qué significa “alimentación saludable”

Una nueva batalla se está librando en Estados Unidos, pero no es en las urnas, sino en los supermercados. Varios estados están impulsando restricciones en el uso de cupones de alimentos (SNAP) para que no se puedan comprar productos como refrescos, dulces o bebidas energéticas. Y esta vez, el cambio no parece ser temporal: se perfila como una transformación estructural en la política alimentaria del país.

¿Qué está en juego?

Redefinir qué es "alimento básico" para millones de hogares
El uso de fondos públicos para alimentos no nutritivos
La tensión entre salud pública y autonomía personal
La posibilidad de que otros programas sociales sigan el mismo camino

Estados que ya tienen restricciones aprobadas para 2026

Los tres primeros en aplicar la prohibición a partir de enero de 2026:

Indiana
Iowa
Nebraska

Estos estados obtuvieron una exención del USDA para modificar las reglas de compra con SNAP, en una medida que otros estados ya están imitando.

¿Quiénes siguen en fila?

Mientras tanto, hay otros estados en diferentes etapas del proceso legislativo o administrativo

Estado	Situación actual
Arkansas	Solicitud enviada, pendiente de aprobación
Texas	Solicitud enviada, con respaldo político
Virginia Occidental	En revisión por el USDA
Idaho	Ley local aprobada, solicitud aún no presentada

¿Una política de salud o un filtro económico?

Esta no es solo una discusión sobre alimentos. Es una conversación sobre:

Qué defienden los impulsores:

Redirigir los beneficios SNAP a alimentos nutritivos
Ahorrar costos en salud pública a largo plazo
Usar el dinero de los contribuyentes de forma "más eficiente"

Qué cuestionan los críticos:

¿Quién decide qué es saludable?
¿Por qué se imponen límites solo a los pobres?
¿Se está ampliando el estigma social contra los beneficiarios del SNAP?

Más allá de los refrescos: ¿y si esta lógica se aplica a todo?

Estas medidas abren la puerta a una pregunta incómoda pero inevitable:

¿Puede el gobierno condicionar otros tipos de ayuda según lo que considera un "buen uso" del dinero?

¿Se podría limitar cómo se gasta el crédito fiscal?
¿Y si se aplicara la misma lógica al subsidio de vivienda o a la educación?

¿Hacia dónde va Estados Unidos con esto?

Las decisiones de 2026 podrían ser solo el primer paso. Expertos en políticas públicas ya anticipan que SNAP podría transformarse en un programa mucho más restrictivo, con listas específicas de alimentos permitidos, similar al programa WIC.

Esto no solo transformaría la experiencia de millones de compradores en situación vulnerable, sino que redefiniría la relación entre el Estado y la alimentación en EE.UU..

Infórmate sobre las últimas novedades del programa SNAP en: ayudasnap.com/noticias